Encallado y difuminados

En esta ocasión no es una maqueta, es el barco que encallo en Benajarafe hace unos meses, y ciertamente dio bastante juego a la hora de fotografiarlo, costaba incluir el mástil en la foto, además había bastante gente pululando a su alrededor haciendo fotos móvil en mano, por ese motivo le puse al Nikkor 24-70 un filtro ND10… y esta fue la foto, quizás algo oscura, pero era la luz que había en ese momento al atardecer y nublado.

Caído del cielo

Parece un avión de verdad al borde del precipicio, pues no… es una maqueta.

Marcas

Cerrado temporal

Ganas tenía de fotografiar este Burger que por culpa de la crisis del COVID, lleva meses cerrado en las cercanías de un conocido parque de ocio de Málaga…

Los pájaros de la especulación

 

 

Hace poco más un año, un magnate israelí del petróleo llamado Haim Tsuff se hacía con la propiedad del antiguo edificio de Correos en Málaga capital, y un año después de desembolsar 23,5 millones de euros en subasta pública llevada a cabo por la Junta de Andalucía, no  se sabe el destino que tendrá una de las construcciones más conocidas del centro de la ciudad.

El ocaso fotográfico

 

Ya no nos venden teléfonos, ahora nos venden cámaras de fotos del tamaño de un azulejo, y  hemos pasado de revelar las fotos en una tienda a compartirlas de forma inmediata en redes sociales. Y el culpable ha sido lo que antes era llamado teléfono móvil. El mercado de los móviles se ha orientado tanto a la fotografía que ya no venden teléfonos, ahora parece que nos vendan cámaras de fotos.

Todo esto me ha recordado este texto de Joan Fontcuberta llamado “El infinito de las imágenes” y que leí hace poco:

De las imágenes artesanales hemos pasado a las imágenes automatizadas. El resultado es que tal inflación, más que facilitar la hipervisibilidad, parece sumirnos en la ceguera. Pero ¿estamos realmente saturados de imágenes?¿Hay demasiadas? ¿Resulta pernicioso ese exceso? El tránsito del homo sapiens al homo photographicus ha relegado la fotografía como escritura y la ha encumbrado como lenguaje. Hoy para hablar nos valemos –también– de las imágenes, y lo hacemos con la naturalidad del hábito adquirido sin darnos cuenta. El homo photographicus tiene condición de prosumer: productor y consumidor a la vez. Hay muchas imágenes porque su producción ya no es prerrogativa de operarios especializados sino dominio común. Hablamos con imágenes de forma espontánea, tal como hablamos con palabras. ¿Nos planteamos como problema la abundancia de palabras? La comparación es tramposa, pero pedagógica. La riqueza lexicográfica, por ejemplo, puede ser muy extensa, pero se ciñe a los límites del diccionario. En cambio, cada imagen es una invención (salvo formas codificadas como los emoticonos) y por tanto su repertorio es infinito.

 

 

 

Lejos

Mantenerse al margen de las redes sociales, te convierte en una especie de ola solitaria en medio de la mar, por lo menos aún sigue apareciendo la web en la primera página de búsquedas de google, solo sobrepasada por Wikipedia y bancos de imágenes.

Cazando olas

Mientras Filomena dejaba a media España bajo la nieve y sumida en un caos total, aquí en el Mar de Alborán (para los predictores del tiempo del TELEDIARIO esto no es el Mediterráneo) la calma era casi total, solo rota por alguna que otra ola…

La nueva ola no pandémica

 

La nueva ola, (que no tiene nada que ver con la pandemia) o New wave es un término global para varios estilos pop/rock de fines de la década de 1970 y mediados de la década de 1980, con vínculos con el punk y ciertos géneros del rock de los años 1970.8​ Inicialmente, al igual que con el posterior rock gótico, la new wave se mantuvo prácticamente análoga al post-punk antes de ramificarse como un género distintamente identificado (aunque la new wave apareció primero que el post-punk), incorporando música electrónica, experimental, mod, disco y pop. Posteriormente engendró subgéneros y fusiones, incluyendo new romantic y rock gótico.

Difiere de otros movimientos con vínculos con la primera ola del punk, ya que presenta características comunes a la música pop, a diferencia del más «artístico» post-punk,9​ aunque incorpora gran parte del sonido y ethos originales del punk rock;610​ mientras que podría decirse que exhibe una mayor complejidad tanto en la música como en la letra. Las características comunes de la música new wave, al margen de sus influencias del punk, incluyen el uso de sintetizadores y producciones electrónicas, la importancia del estilo y las artes, así como una gran cantidad de diversidad.9

La new wave es vista como uno de los géneros definitivos de los años 1980.11​ El género se convirtió en un fijo en MTV,9​ y la popularidad de varios artistas de new wave se ha atribuido en parte a la exposición que les fue dada por el canal. A mediados de la década de 1980, las diferencias entre la new wave y otros géneros de la música comenzaron a desdibujarse.912​ Ha disfrutado de un resurgimiento desde la década de 1990, después de un aumento de la «nostalgia» por varios artistas influenciados por el género. Los reavivamientos en la década de 1990 y principios de 2000 fueron pequeños, pero se hicieron populares en 2004. Posteriormente, el género ha influido en una variedad de otros géneros de la música.

Precintados y confinados

Vaya… pues no hay variaciones a nivel de movilidad, cuando se esperaba se permitieran los desplazamientos entre provincias en Andalucía. Dicen toca esperar al menos hasta la Semana Santa y a que se consolide una mejoría más generalizada para abrir la movilidad entre las ocho provincias andaluzas… y mientras tanto camino de tres meses sin ver a nuestros familiares residentes fuera de la provincia.