El anarquista

El anarquista:

El anarquista entendido como monopolio de la fuerza, y por extensión también puede llamarse así al rechazo de todo gobierno político o de toda autoridad social impuestos sobre el individuo, por considerarlos innecesarios o nocivos.12Sébastien Faure (1858-1942), filósofo anarquista francés, dijo: «Cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un anarquista». Bajo una formulación tan simple, pocas doctrinas o movimientos han manifestado una variedad tan grande de interpretaciones y acciones, que no siempre fueron bien entendidos por la opinión pública. Históricamente hablando, el anarquismo generalmente es crítico de la relación de los individuos con la sociedad presente con el objetivo de promover el cambio social hacia una futura sociedad, en palabras de Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), «sin amo ni soberano».3

No existe acuerdo académico en cuanto a una taxonomía de las corrientes anarquistas; algunos hacen una distinción entre dos líneas básicas de pensamiento, individualistas y socialistas;4​ también es común señalar como las corrientes históricas más importantes: anarquismo individualista, mutualismo, anarquismo comunista y anarcosindicalismo, y según algunas fuentes, también el colectivismo.5

Aunque han surgido diversos pensadores y movimientos precursores desde la Antigüedad que son debatidos por los historiadores, el punto de partida que suele tomarse para el inicio del pensamiento anarquista moderno se remonta a finales del siglo XVIII, en la obra de William Godwin (1756–1836).6​ Sin embargo, el anarquismo entendido como movimiento intelectual y social emerge recién en la segunda mitad del siglo XIX a través de distintas corrientes de pensamiento y organizaciones y, si bien no dejó de ser un movimiento minoritario frente a otros movimientos políticos, logró incrementar su influencia hasta tener algún nivel de relevancia política en varios países occidentales, incluyendo algunos experimentos sociales libertarios significativos en la primera mitad del siglo XX.7​ El declive del anarquismo como movimiento social internacional inicia en la década de 1910 hasta prácticamente extinguirse en la década de 1940, en el contexto de las dos guerras mundiales, tras lo cual las ideas anarquistas han sido recuperadas y reelaboradas por estudiosos y pensadores, y han estado continuamente insertadas en multitud de doctrinas y movimientos contemporáneos, especialmente tras su emergencia en el contexto de ciertos movimientos estudiantiles y antiautoritarios de la década de 1960.8


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