2023, es un año que no pasará desapercibido, desde la continuidad de la guerra en Ucrania, hasta el genocidio perpetrado por el Ejército Israelí en formato de limpieza étnica en la Franja de Gaza, eso como conflictos más cercanos y que nos ponen sobre la mesa a diario los telediarios, si a eso le sumamos los conflictos olvidados que desde años persisten a nivel mundial.
Eso por un lado, más luego los problemas económicos derivados de una crisis mundial, que posiblemente se acrecentara como consecuencia del cambio climático y que se manifiesta en nuestro país a modo de sequía, convierte 2023 en un año fallido, que metafóricamente podría parecerse a un edificio construido por Santiago Calatrava, construcciones que acaban haciendo aguas por todos lados.
En la foto edificio diseñado por Santiago Calatrava en Malmö (Suecia)
Este edificio con el que me cruce en Copenhague, por su estructura circular y con picos, me recordó a una planta o árbol llamado: Chorisia speciosa