Gris es la denominación común de los colores acromáticos cuya luminosidad está comprendida entre la máxima (correspondiente al blanco) y la nula (correspondiente al negro), aunque se aplica especialmente a los de luminosidad media. El gris se percibe como consecuencia de la fotorrecepción de una luz de intensidad moderada constituida por todas las longitudes de onda del espectro visible, por tres longitudes de onda (larga, media y corta) o por dos longitudes de onda complementarias. Se asemeja al color de las nubes cumulonimbos cuando son densas, bajas y sombrías, al color de la niebla y al color de la ceniza.